PROYECTO PERSONAL: Paisajes Oníricos en Segovia
JOSÉ DAVID ROMERO MARTÍN
Justificación personal
La clave de este proyecto personal se centra en el desarrollo de una determinada visión de la ciudad de Segovia. Pretendo acometer la Pintura como sistema posibilitador de la realización de una serie de imágenes de la ciudad con un enfoque especial, concreto, vinculado a una interpretación poética, onírica, enigmática, surrealista, de determinados espacios de Segovia. La decantación por este registro onírico no es meramente gratuito, sino que trata de entroncar con el carácter mismo de la ciudad, potenciando la evocación poética de ciertos espacios de Segovia, traduciendo caracteres que se vienen vinculando culturalmente a ésta y otras ciudades de Castilla, como la austeridad y sobriedad. De ahí el vacío que va a saturar los espacios, centrando de este modo la atención en lugares depurados de anécdota y tiempo.
Este enfoque determinado permite presentar una serie de imágenes conocidas, cotidianas, de las calles de la ciudad, que se van a ver impregnadas de cierta extrañeza, recurriéndose así a cierta paradoja de la percepción, según la cual se proyectan espacios conocidos, populares, reconocibles de Segovia, contemplados desde una perspectiva extraña e irreal (entendiendo este concepto como distinto de lo real y que lo supera, entrando de este modo, quizá, en el ámbito de lo metafísico, muy vinculado al planteamiento del presente proyecto).
Fundamentación crítica del proyecto
Sin entrar en complejos debates de delimitación del concepto de lo artístico en general y de la Pintura de paisaje en particular, tomaré como punto de partida la noción del Arte y la Pintura como sistemas de reinterpretación y proyección de una realidad (un entorno, en este caso, para justificar el sentido del proyecto dentro de un curso de paisaje) cercana. Para ello, haré uso de las artimañas de la Pintura en tanto que método eficaz (y tradicional) de análisis y reordenación de un espacio figurado, recurriendo al empleo de determinados recursos que “manipulen” o potencien los aspectos de dicho espacio hacia la evocación de la ambientación que me interesa recrear. En este punto podría hacerse referencia a toda una historia de vinculación de la pintura con el desentrañamiento de la percepción del espacio, con momentos destacados que pueden ir desde la invención de la perspectiva en Italia hasta su uso forzado y desasosegante en la pintura de Giorgio de Chirico, autor paradigma de esta propuesta.
Seguramente no existe nada de extraordinario en este proyecto que permita afirmar que va a aportar algo nuevo al terreno artístico, sin embargo, las pretensiones de esta propuesta giran en torno al uso o cita (en tanto que citacionismo) de corrientes artísticas históricas (esencialmente la Pintura Metafísica, como más adelante se desarrollará) desde las que acometer el paisaje segoviano, estableciendo de esta manera un diálogo lúdico entre una determinada parcela de la tradición pictórica del siglo XX (una inclusión de la Pintura como tema en tanto que Pintura) y la indagación en carácter cultural de Segovia… la combinación resulte posiblemente insustancial en lo que le toca al Arte Contemporáneo, sin embargo, puede resultar interesante afrontar el paisaje segoviano, entendido como espacio (quizá demasiado prejuzgado dentro de los márgenes del género del paisaje tradicional) desde cierta perspectiva vanguardista (que a su vez ya es parte de la tradición).
Exposición del proyecto.
a. Objetivos
Desarrollar una serie de imágenes de la ciudad de Segovia, centrando el interés en un espacio depurado, empleando recursos y reinterpretando tendencias de manera que se haga énfasis en los aspectos poéticos y enigmáticos de rincones en principio conocidos, cotidianos, eliminando de ellos toda anécdota o matiz gratuitos. De este modo, se indagará también en una búsqueda de silencio, sobriedad y suspensión del tiempo para dejar paso a la vocación del espacio en sí mismo.
Todo esto conlleva a la búsqueda de un juego de percepción de espacios que resulten al mismo tiempo conocidos y extraños.
Uno de los aspectos que convendría señalar es la intención de no modificar los elementos que aparecen en los paisajes de referencia, es decir, respetar en la medida de lo posible la ubicación de los edificios, calles, etc. del espacio real y tratar de no cambiarlos mediante la composición.
b. Recursos
Como ya se ha venido adelantando en párrafos anteriores, el modo de proceder para la consecución de los efectos planteados puede resumirse en la depuración pictórica a todos los niveles (esquematización de la composición, el color, la luz, etc), dentro de los márgenes de una figuración descriptiva que permita discernir los elementos de una forma nítida. Este recurso contribuye a la creación de extrañeza, creando un tipo de imágenes que puede evocar determinadas visiones oníricas.
c. Tendencias artísticas y referentes
En cuestiones de concepto, procedimiento, método, estilo e incluso técnica resulta evidente la vinculación del proyecto a los parámetros de la Pintura Metafísica. Desde unos ideales de recuperación de la identidad cultural italiana y demás circunstancias contextuales, con esta tendencia pictórica, a través de sus artistas destacados (Giorgio de Chirico, Carlo Carrá, Morandi…) se desarrolla una serie de imágenes con un alto poder evocador e interés por sí mismas que, al margen del discurso, parecen trascender el contenido para convertirse en imágenes vinculadas al inconsciente y al mundo de los sueños, de manera que van a convertirse en destacados referentes del movimiento surrealista. En el proyecto se hace uso evidente del tratamiento que Chirico hace del espacio, convirtiendo calles y plazas en ambientes extraños y llenos de misterio. La perspectiva forzada y las sombras dramáticas son también aspectos asimilados en el proyecto.
El Surrealismo podría citarse asimismo como referente innegable, destacando especialmente las imágenes enigmáticas de Magritte, especialmente las de tensión contenida, como su obra “La duración apuñalada”
d. Materiales
Los materiales empleados para este proyecto son materiales vinculados a una pintura tradicional: tablas de madera montadas sobre bastidores, con una capa de imprimación, sobre la que se han ido organizando diferentes capas de color al óleo y algunos barnices para la obtención de veladuras y remate de las obras.
e. Metodología
El sistema llevado a cabo para la realización de los cuadros parte de la selección de lugares conocidos y transitados de la ciudad de Segovia. Para ello, se emplearon fotografías de las que se seleccionaron vistas y encuadres que se adaptaban al carácter del proyecto. De este modo, se seleccionaron fotografías de la plaza de Juan Bravo y del Acueducto, de manera que se contaba con un grupo de fotos a partir de las que trabajar.
Posteriormente era necesario un estudio de la composición. Para ello se ha hecho uso de rápidos croquis y bocetos a carbón para estudiar la ubicación de los elementos en la superficie y un sintético estudio, muy básico, de luces y sombras.
Una vez estudiadas las composiciones, el primer paso a llevar a cabo sobre el soporte era dibujar a línea, con pintura aguada los elementos… para posteriormente llevar a cabo una mancha general de cada uno de los elementos, de manera que posteriormente se continuaba matizando y valorando con las sucesivas capas de pintura al óleo.
Un recurso bastante útil es el de las veladuras, que permite trabajar con semitonos, especialmente en las zonas de penumbra, en la que puede lograrse un gran abanico de matices dentro de un mismo registro. Se buscaba en todo momento que cada cuadro fuese funcionando en general, ajustando y reajustando a cada paso.
f. Temporización
La sencilla tarea de planear las horas de trabajo ha resultado una compleja labor, dado el extenso número de actividades y tareas del curso. Debido a las clases teóricas, las puestas en común, las visitas y demás eventos, la tarea de pintar se realizaba en los ratos libres disponibles, aprovechando al máximo las horas en que no se había planes.
g. Necesidades requeridas para la presentación de la obra
Con respecto a este punto habría que comentar que los requerimientos se reducen a lo que todo montaje adecuado debe ofrecer: buena iluminación, un espacio limpio y diáfano, espacio de oxigenación entre cuadro y cuadro, colocación de las obras a una altura media para el espectador, etc.
h. Referencias textuales y gráficas
JOSÉ DAVID ROMERO MARTÍN
Justificación personal
La clave de este proyecto personal se centra en el desarrollo de una determinada visión de la ciudad de Segovia. Pretendo acometer la Pintura como sistema posibilitador de la realización de una serie de imágenes de la ciudad con un enfoque especial, concreto, vinculado a una interpretación poética, onírica, enigmática, surrealista, de determinados espacios de Segovia. La decantación por este registro onírico no es meramente gratuito, sino que trata de entroncar con el carácter mismo de la ciudad, potenciando la evocación poética de ciertos espacios de Segovia, traduciendo caracteres que se vienen vinculando culturalmente a ésta y otras ciudades de Castilla, como la austeridad y sobriedad. De ahí el vacío que va a saturar los espacios, centrando de este modo la atención en lugares depurados de anécdota y tiempo.
Este enfoque determinado permite presentar una serie de imágenes conocidas, cotidianas, de las calles de la ciudad, que se van a ver impregnadas de cierta extrañeza, recurriéndose así a cierta paradoja de la percepción, según la cual se proyectan espacios conocidos, populares, reconocibles de Segovia, contemplados desde una perspectiva extraña e irreal (entendiendo este concepto como distinto de lo real y que lo supera, entrando de este modo, quizá, en el ámbito de lo metafísico, muy vinculado al planteamiento del presente proyecto).
Fundamentación crítica del proyecto
Sin entrar en complejos debates de delimitación del concepto de lo artístico en general y de la Pintura de paisaje en particular, tomaré como punto de partida la noción del Arte y la Pintura como sistemas de reinterpretación y proyección de una realidad (un entorno, en este caso, para justificar el sentido del proyecto dentro de un curso de paisaje) cercana. Para ello, haré uso de las artimañas de la Pintura en tanto que método eficaz (y tradicional) de análisis y reordenación de un espacio figurado, recurriendo al empleo de determinados recursos que “manipulen” o potencien los aspectos de dicho espacio hacia la evocación de la ambientación que me interesa recrear. En este punto podría hacerse referencia a toda una historia de vinculación de la pintura con el desentrañamiento de la percepción del espacio, con momentos destacados que pueden ir desde la invención de la perspectiva en Italia hasta su uso forzado y desasosegante en la pintura de Giorgio de Chirico, autor paradigma de esta propuesta.
Seguramente no existe nada de extraordinario en este proyecto que permita afirmar que va a aportar algo nuevo al terreno artístico, sin embargo, las pretensiones de esta propuesta giran en torno al uso o cita (en tanto que citacionismo) de corrientes artísticas históricas (esencialmente la Pintura Metafísica, como más adelante se desarrollará) desde las que acometer el paisaje segoviano, estableciendo de esta manera un diálogo lúdico entre una determinada parcela de la tradición pictórica del siglo XX (una inclusión de la Pintura como tema en tanto que Pintura) y la indagación en carácter cultural de Segovia… la combinación resulte posiblemente insustancial en lo que le toca al Arte Contemporáneo, sin embargo, puede resultar interesante afrontar el paisaje segoviano, entendido como espacio (quizá demasiado prejuzgado dentro de los márgenes del género del paisaje tradicional) desde cierta perspectiva vanguardista (que a su vez ya es parte de la tradición).
Exposición del proyecto.
a. Objetivos
Desarrollar una serie de imágenes de la ciudad de Segovia, centrando el interés en un espacio depurado, empleando recursos y reinterpretando tendencias de manera que se haga énfasis en los aspectos poéticos y enigmáticos de rincones en principio conocidos, cotidianos, eliminando de ellos toda anécdota o matiz gratuitos. De este modo, se indagará también en una búsqueda de silencio, sobriedad y suspensión del tiempo para dejar paso a la vocación del espacio en sí mismo.
Todo esto conlleva a la búsqueda de un juego de percepción de espacios que resulten al mismo tiempo conocidos y extraños.
Uno de los aspectos que convendría señalar es la intención de no modificar los elementos que aparecen en los paisajes de referencia, es decir, respetar en la medida de lo posible la ubicación de los edificios, calles, etc. del espacio real y tratar de no cambiarlos mediante la composición.
b. Recursos
Como ya se ha venido adelantando en párrafos anteriores, el modo de proceder para la consecución de los efectos planteados puede resumirse en la depuración pictórica a todos los niveles (esquematización de la composición, el color, la luz, etc), dentro de los márgenes de una figuración descriptiva que permita discernir los elementos de una forma nítida. Este recurso contribuye a la creación de extrañeza, creando un tipo de imágenes que puede evocar determinadas visiones oníricas.
c. Tendencias artísticas y referentes
En cuestiones de concepto, procedimiento, método, estilo e incluso técnica resulta evidente la vinculación del proyecto a los parámetros de la Pintura Metafísica. Desde unos ideales de recuperación de la identidad cultural italiana y demás circunstancias contextuales, con esta tendencia pictórica, a través de sus artistas destacados (Giorgio de Chirico, Carlo Carrá, Morandi…) se desarrolla una serie de imágenes con un alto poder evocador e interés por sí mismas que, al margen del discurso, parecen trascender el contenido para convertirse en imágenes vinculadas al inconsciente y al mundo de los sueños, de manera que van a convertirse en destacados referentes del movimiento surrealista. En el proyecto se hace uso evidente del tratamiento que Chirico hace del espacio, convirtiendo calles y plazas en ambientes extraños y llenos de misterio. La perspectiva forzada y las sombras dramáticas son también aspectos asimilados en el proyecto.
El Surrealismo podría citarse asimismo como referente innegable, destacando especialmente las imágenes enigmáticas de Magritte, especialmente las de tensión contenida, como su obra “La duración apuñalada”
d. Materiales
Los materiales empleados para este proyecto son materiales vinculados a una pintura tradicional: tablas de madera montadas sobre bastidores, con una capa de imprimación, sobre la que se han ido organizando diferentes capas de color al óleo y algunos barnices para la obtención de veladuras y remate de las obras.
e. Metodología
El sistema llevado a cabo para la realización de los cuadros parte de la selección de lugares conocidos y transitados de la ciudad de Segovia. Para ello, se emplearon fotografías de las que se seleccionaron vistas y encuadres que se adaptaban al carácter del proyecto. De este modo, se seleccionaron fotografías de la plaza de Juan Bravo y del Acueducto, de manera que se contaba con un grupo de fotos a partir de las que trabajar.
Posteriormente era necesario un estudio de la composición. Para ello se ha hecho uso de rápidos croquis y bocetos a carbón para estudiar la ubicación de los elementos en la superficie y un sintético estudio, muy básico, de luces y sombras.
Una vez estudiadas las composiciones, el primer paso a llevar a cabo sobre el soporte era dibujar a línea, con pintura aguada los elementos… para posteriormente llevar a cabo una mancha general de cada uno de los elementos, de manera que posteriormente se continuaba matizando y valorando con las sucesivas capas de pintura al óleo.
Un recurso bastante útil es el de las veladuras, que permite trabajar con semitonos, especialmente en las zonas de penumbra, en la que puede lograrse un gran abanico de matices dentro de un mismo registro. Se buscaba en todo momento que cada cuadro fuese funcionando en general, ajustando y reajustando a cada paso.
f. Temporización
La sencilla tarea de planear las horas de trabajo ha resultado una compleja labor, dado el extenso número de actividades y tareas del curso. Debido a las clases teóricas, las puestas en común, las visitas y demás eventos, la tarea de pintar se realizaba en los ratos libres disponibles, aprovechando al máximo las horas en que no se había planes.
g. Necesidades requeridas para la presentación de la obra
Con respecto a este punto habría que comentar que los requerimientos se reducen a lo que todo montaje adecuado debe ofrecer: buena iluminación, un espacio limpio y diáfano, espacio de oxigenación entre cuadro y cuadro, colocación de las obras a una altura media para el espectador, etc.
h. Referencias textuales y gráficas
Las refencias gráficas (obras de Giorgio de Chirico y Magritte) aparecen en la parte de arriba.
MEMORIA DEL CURSO
En estas tres semanas como Pintores Pensionados han resultado ser todo un cúmulo de intercambios, de relaciones, de trabajo, de conocimiento de aprendizaje y numerosas experiencias que posiblemente necesiten un tiempo considerable de reposo para ser asimiladas. Los conocimientos teóricos, las prácticas, los diversos y numerosos lenguajes artísticos de cada compañero han conformado un complejo mosaico que ha tenido al paisaje de Segovia como elemento central.
En cuestiones prácticas, habría que hacer un balance muy positivo con respecto al trabajo realizado, y no tanto por mis resultados personales (que siempre podrían haber sido muchísimo mejores), sino por el tiempo que se ha trabajado en conjunto.
Sinceramente llegué a este curso un poco despistado, no conocía bien el rumbo y los contenidos que se iban a llevar. Por otra parte, nunca había ido demasiado lejos en la pintura con el paisaje, puesto que a lo que más me había dedicado es a la figura y a la experimentación. De este modo, la beca en Segovia era para mí todo un estímulo para iniciarme en este campo, y ante todo, encontrar la forma de trabajar en este ámbito dentro de mis aptitudes.
La primera semana resultó verdaderamente tensa, primero por la adaptación al lugar, a la gente (que ha sido el menor de los problemas, por otra parte), y sobre todo iniciar el contacto con el paisaje, en este caso de Segovia, con el aliciente de que uno de los trabajos que se hiciera iba a ser publicado en el catálogo. Esos días resultaron bastante densos e interesantes al mismo tiempo. Quizá el evento más destacado fue el empezar a ver el modo de trabajar tan distinto y variado de los compañeros, extensamente comentado y analizado en la primera puesta en común, una actividad que resultó convertirse en una sobredosis de contemplación de los trabajos de todos, pero que por otro lado resultó muy interesante, en especial por el sistema de comentar cada obra a base de los comentarios aportados por cada uno de los compañeros. Diferentes criterios, gustos afinidades convergían en desentrañar lo bueno y lo malo de cada trabajo, una experiencia que apenas había tenido la oportunidad de presenciar y que me parece un método muy adecuado de conocer el trabajo de cada uno de los pintores.
Las dos semanas siguientes no resultaron menos frenéticas a la hora de trabajar, y no tanto por la cantidad de obras que comenzó a desarrollar cada uno de nosotros, sino porque el intensivo programa del curso, las visitas, las clases teóricas y el traslado a la Casa de los Picos reducían quizá demasiado el tiempo de dedicación a pintar. Por otra parte, el cambio a la Escuela de Artes de la ciudad fue todo un acierto y una muy buena alternativa a no disponer de un espacio adecuado para trabajar, ya que en ese lugar hemos contado con muy buenas condiciones para trabajar.
La segunda de las puestas en común que se llevó a cabo me pareció algo injusta, puesto que se comentaron muy pocas obras de los compañeros, y considero que deberían haberse comentado o todas o ninguna, además de que se hizo en un momento en que contábamos con muy poco tiempo para culminar los trabajos que se iban a presentar en la exposición. Siguiendo con el tema de las puestas en común, en ellas se analizaban exhaustivamente elementos formales, de composición y de color (consejos que considero que van bastante bien), sin embargo creo que se debería haber hablado de la propuesta de cada uno, ya que el tema central del curso es el paisaje y hubiera resultado muy enriquecedor conocer la forma teórica de concebir el tema de manos de cada uno de los compañeros.
La única de las salidas que se hizo al campo, a Carboneros, me resultó muy positiva, ya que sí que disponíamos de tiempo para realizar bastantes bocetos del natural con los que considero que aprendí bastante, ya que era una actividad distinta al proyecto que me encontraba realizando para la exposición. Quizá la organización del curso debería haber distribuido un poco mejor el tiempo para poder dedicarse más en profundidad a actividades como esta, o simplemente el ejercicio de pintar, que considero que es bastante importante y ha quedado quizá un poco en segundo plano, dedicándole prácticamente las horas que teníamos disponibles para ellos. Aparte de ese punto, y como ya he comentado, lo mejor de las prácticas ha sido el intercambio de sensaciones y métodos de trabajo de cada uno de nosotros, por la riqueza y diversidad de registros y el ver asimismo la trayectoria de los compañeros desde que inician el trabajo hasta que lo culminan.
Continuando con el tema de las prácticas, sería preciso hablar también acerca de los preparativos y montaje de la exposición, que considero que fue una buena experiencia y un buen modo de aprender sistemas de presentar una obra de una forma sencilla y adecuada.
Con respecto a los contenidos teóricos del curso, concentrados en el ciclo de conferencias desarrollado a lo largo de la segunda semana del curso, son muchas las impresiones que me gustaría comentar.
Por una parte, considero que es muy pertinente la inclusión de elementos teóricos para reforzar nuestras prácticas, sin embargo, creo que se han abordado temas (muy interesantes, por cierto) que han sido demasiado genéricos con respecto al arte, que no están mal como introducción, pero que quizá deberían haberse enfatizado mucho más los aspectos directamente relacionados con la pintura de paisaje. Con respecto a los temas planteados sobre qué es el arte, qué es una obra de arte etc… han resultado ser muy interesantes y han hecho que aumente mi interés por estos temas, pues pretendo comenzar a estudiar en la medida de lo posible en asuntos de estética y de teoría del arte, a los que en mi facultad de Bellas Artes (Granada), no hay demasiado acceso desde el tipo de asignaturas que se oferta y que considero que serían esenciales en la formación de todo licenciado en este título.
Como balance global de todo el curso, considero que es verdaderamente una gran oportunidad para alumnos o licenciados en Bellas Artes, que el aprendizaje que puede uno llevarse de aquí es muy amplio y que incluso hay cosas que van a seguirse digiriendo a lo largo de un tiempo determinado. Me ha parecido muy correcto el hecho de que se hayan trabajado tanto contenidos prácticos como teóricos y el trato por parte de la Academia de San Quirce y la gente de Segovia ha sido excelente.
Sin embargo, considero que debería haberse trabajado un poco más en la organización de las actividades, que creo que es el punto más criticable… pues la distribución del tiempo creo que no ha sido demasiado buena, que las horas para pintar han sido excesivamente escasas y que ha habido una impresión general de percepción de desorganización.
Aparte de todo eso, cada una de las actividades han sido muy interesantes, desde las clases teóricas, el trabajo en el taller, el trabajo del natural y especialmente la visita al Alcázar (una visita extraordinaria) que nos proporcionó Antonio Ruiz, así como la recepción que nos hizo la directora del Museo Esteban Vicente.
MEMORIA DEL CURSO
En estas tres semanas como Pintores Pensionados han resultado ser todo un cúmulo de intercambios, de relaciones, de trabajo, de conocimiento de aprendizaje y numerosas experiencias que posiblemente necesiten un tiempo considerable de reposo para ser asimiladas. Los conocimientos teóricos, las prácticas, los diversos y numerosos lenguajes artísticos de cada compañero han conformado un complejo mosaico que ha tenido al paisaje de Segovia como elemento central.
En cuestiones prácticas, habría que hacer un balance muy positivo con respecto al trabajo realizado, y no tanto por mis resultados personales (que siempre podrían haber sido muchísimo mejores), sino por el tiempo que se ha trabajado en conjunto.
Sinceramente llegué a este curso un poco despistado, no conocía bien el rumbo y los contenidos que se iban a llevar. Por otra parte, nunca había ido demasiado lejos en la pintura con el paisaje, puesto que a lo que más me había dedicado es a la figura y a la experimentación. De este modo, la beca en Segovia era para mí todo un estímulo para iniciarme en este campo, y ante todo, encontrar la forma de trabajar en este ámbito dentro de mis aptitudes.
La primera semana resultó verdaderamente tensa, primero por la adaptación al lugar, a la gente (que ha sido el menor de los problemas, por otra parte), y sobre todo iniciar el contacto con el paisaje, en este caso de Segovia, con el aliciente de que uno de los trabajos que se hiciera iba a ser publicado en el catálogo. Esos días resultaron bastante densos e interesantes al mismo tiempo. Quizá el evento más destacado fue el empezar a ver el modo de trabajar tan distinto y variado de los compañeros, extensamente comentado y analizado en la primera puesta en común, una actividad que resultó convertirse en una sobredosis de contemplación de los trabajos de todos, pero que por otro lado resultó muy interesante, en especial por el sistema de comentar cada obra a base de los comentarios aportados por cada uno de los compañeros. Diferentes criterios, gustos afinidades convergían en desentrañar lo bueno y lo malo de cada trabajo, una experiencia que apenas había tenido la oportunidad de presenciar y que me parece un método muy adecuado de conocer el trabajo de cada uno de los pintores.
Las dos semanas siguientes no resultaron menos frenéticas a la hora de trabajar, y no tanto por la cantidad de obras que comenzó a desarrollar cada uno de nosotros, sino porque el intensivo programa del curso, las visitas, las clases teóricas y el traslado a la Casa de los Picos reducían quizá demasiado el tiempo de dedicación a pintar. Por otra parte, el cambio a la Escuela de Artes de la ciudad fue todo un acierto y una muy buena alternativa a no disponer de un espacio adecuado para trabajar, ya que en ese lugar hemos contado con muy buenas condiciones para trabajar.
La segunda de las puestas en común que se llevó a cabo me pareció algo injusta, puesto que se comentaron muy pocas obras de los compañeros, y considero que deberían haberse comentado o todas o ninguna, además de que se hizo en un momento en que contábamos con muy poco tiempo para culminar los trabajos que se iban a presentar en la exposición. Siguiendo con el tema de las puestas en común, en ellas se analizaban exhaustivamente elementos formales, de composición y de color (consejos que considero que van bastante bien), sin embargo creo que se debería haber hablado de la propuesta de cada uno, ya que el tema central del curso es el paisaje y hubiera resultado muy enriquecedor conocer la forma teórica de concebir el tema de manos de cada uno de los compañeros.
La única de las salidas que se hizo al campo, a Carboneros, me resultó muy positiva, ya que sí que disponíamos de tiempo para realizar bastantes bocetos del natural con los que considero que aprendí bastante, ya que era una actividad distinta al proyecto que me encontraba realizando para la exposición. Quizá la organización del curso debería haber distribuido un poco mejor el tiempo para poder dedicarse más en profundidad a actividades como esta, o simplemente el ejercicio de pintar, que considero que es bastante importante y ha quedado quizá un poco en segundo plano, dedicándole prácticamente las horas que teníamos disponibles para ellos. Aparte de ese punto, y como ya he comentado, lo mejor de las prácticas ha sido el intercambio de sensaciones y métodos de trabajo de cada uno de nosotros, por la riqueza y diversidad de registros y el ver asimismo la trayectoria de los compañeros desde que inician el trabajo hasta que lo culminan.
Continuando con el tema de las prácticas, sería preciso hablar también acerca de los preparativos y montaje de la exposición, que considero que fue una buena experiencia y un buen modo de aprender sistemas de presentar una obra de una forma sencilla y adecuada.
Con respecto a los contenidos teóricos del curso, concentrados en el ciclo de conferencias desarrollado a lo largo de la segunda semana del curso, son muchas las impresiones que me gustaría comentar.
Por una parte, considero que es muy pertinente la inclusión de elementos teóricos para reforzar nuestras prácticas, sin embargo, creo que se han abordado temas (muy interesantes, por cierto) que han sido demasiado genéricos con respecto al arte, que no están mal como introducción, pero que quizá deberían haberse enfatizado mucho más los aspectos directamente relacionados con la pintura de paisaje. Con respecto a los temas planteados sobre qué es el arte, qué es una obra de arte etc… han resultado ser muy interesantes y han hecho que aumente mi interés por estos temas, pues pretendo comenzar a estudiar en la medida de lo posible en asuntos de estética y de teoría del arte, a los que en mi facultad de Bellas Artes (Granada), no hay demasiado acceso desde el tipo de asignaturas que se oferta y que considero que serían esenciales en la formación de todo licenciado en este título.
Como balance global de todo el curso, considero que es verdaderamente una gran oportunidad para alumnos o licenciados en Bellas Artes, que el aprendizaje que puede uno llevarse de aquí es muy amplio y que incluso hay cosas que van a seguirse digiriendo a lo largo de un tiempo determinado. Me ha parecido muy correcto el hecho de que se hayan trabajado tanto contenidos prácticos como teóricos y el trato por parte de la Academia de San Quirce y la gente de Segovia ha sido excelente.
Sin embargo, considero que debería haberse trabajado un poco más en la organización de las actividades, que creo que es el punto más criticable… pues la distribución del tiempo creo que no ha sido demasiado buena, que las horas para pintar han sido excesivamente escasas y que ha habido una impresión general de percepción de desorganización.
Aparte de todo eso, cada una de las actividades han sido muy interesantes, desde las clases teóricas, el trabajo en el taller, el trabajo del natural y especialmente la visita al Alcázar (una visita extraordinaria) que nos proporcionó Antonio Ruiz, así como la recepción que nos hizo la directora del Museo Esteban Vicente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario